Hay sombras en todos lados
portadoras de labores,
estimas de amores
portadores de lo sesgado.
Runas de papel
en el viento florecen
ideas que acontecen
pensamientos de el hombre aquél.
Van ríos dormidos
por culpa de estigmas,
a su azar enegrecidos
pensadores de lo que no se cumplirá jamás.
Y allá van los ilusos
sin piedad, cegados,
que sin ser castigados
creerán en lo imposible.
La esperanza nunca se pierde,
ni más para quien haciéndolo se divierte
pues sin la creencia en la suerte
todo se hace razonable.