Denominamos rol al tipo de personalidad predominante en una persona sin depender de sus acontecimientos, más bien de su manera de afrontarlos. Las personas inconscientemente actuamos de cierta manera respecto a lo que se designa como estándares culturales, que es toda la cultura de nuestra civilización vista desde la perspectiva del sujeto o actuante. Nuestra propia manera de actuar es guiada por el instinto, nuestro deseo inconsciente de la adaptación al entorno en que vivimos.
Las personas velamos por nuestro propósito de existir, el porqué estamos dónde estamos y donde queremos llegar, y eso se basa desde el impulso más instintivo hasta el más racional. Para ello conscientemente en nuestras vidas queremos crear una imagen representativa de nuestro personaje en la tragicomedia existencial, para entonces adaptarnos y tener un patrón al que seguir aunque éste sea ''irreal'' cómo la actuación de un personaje de una serie televisiva. Creemos que asumiendo un papel en nuestras vidas vamos a conseguir llegar a algún lugar más allá de los propósitos físicos(tangibles) dónde la felicidad está al plato del día. Desgraciadamente la felicidad a mi parecer no es infinita, por mucho que una persona quiera aparentarlo, dentro de su pensamiento sabrá que no es cierto. La felicidad es momentánea y es parte de la cultura más allá de los humanos, pues los propios animales también sienten dichas emociones aunque no las expresan de una manera tan entendible para nosotros cómo para ellos. No por ello hay que discriminar dicho lenguaje más allá de lo racional y sintetizado, sino con cosas intuitivas la felicidad es mayor(en mi creencia) pues si la felicidad es precedida por un acto racionalizado probablemente ese sentimiento sea por que tenga utilidad en el rol que asumimos, o por otro motivo x que podríamos desarrollar mediante la cultura grupal humana y sus complejos.
Vuelta al hilo, los roles se pueden escoger mediante las emociones y los complejos, sean los innato-genéticos(más presentes en edades tempranas donde la racionalidad es prácticamente nula) o los socioculturales(más presentes al integrarse en la sociedad), al fin y al cabo no deja de ser más que información de la cuál sacamos nuestra racionalidad. Las personas de por sí creamos nuestro rol por inercia a medida que actuamos en el esquema del tiempo, pero la lógica metafísica (el pensamiento) no le afecta a este directamente, simplemente da perspectivas y el mismo instinto hace el trabajo, dominando la propia razón del pensar. Se podría decir entonces que la razón es un complemento del instinto para atenernos a nuestros propósitos más complejos y irracionales para así cancelar lo que nos viene por innatez, el sentimiento más animal traducido en el odio de quien somos, transformado en el qué queremos ser y su sátira constante mediante los absurdos complejos culturales que nos niegan nuestra razón de ser.
He aquí viene la parte más especulativa, cuál es nuestro rol en el universo, por qué estamos aquí, cómo deberíamos preceder a actuar. No tiene sentido alguno pues tenemos de una existencia libre, no hemos llegado a integrarnos tanto en el cosmos como para crear deberes psicológicos de él, a parte de que se nos hace demasiado grande. Cómo respuesta momentánea en nuestra sociedad cuyos tentáculos no tienen poder para moldear sus aspiraciones interplanetarias por el momento, la gente se propone objetivos más asequibles para su persona como hacer el bien, el mal o cualquier preferencia a su gusto y complejidad, y de ahí salió la moral, para valorar dichos actos entre el colectivo en contraposición de otros actos.