Todo es ella,
de las rosas la más bella,
un amanecer de verano
con las olas silbando.
Es todo cuanto deseo
en cuanto a mi afer mero,
mi más ansiada rutina,
mi más pensada rima.
Me cambias al observarte,
me incitas a pensarte,
más mis recuerdos
se van a ninguna parte.
Todo está en ti
mi anhelada musa
que me quitas la prisa
y me generas tonta risa.
Contigo quería yo quedarme,
perderlo todo
para de nuevo conjugarme
para practicar un nuevo sendero
y por fin encontrarte.
LXXI
Sangre de letras
que no terminaron
y en su acto determinaron
aquello que está atrás.
Causaron polémicas,
virtudes endémicas,
camino que adelante llevar.
El el carácter de ello
crearon lo bello,
palabras forjadas.
Crearon propósitos
a veces eméritos,
cantares de ocasos