Creo que ser humilde
acontece en ser firme
sin engañar a nadie
ni ponerse medallas de más.
Las buenas personas
son las que peor lo pasan,
si no cambian a mal
su vibración avanza.
Creo que el bueno
no lo presume ni nada
si no lo demuestra
con cosas logradas.
En los actos se fija
y sí, se puede perdonar
pero tampoco olvidar
quien malas acciones rima.
Entre aconteceres
vive, devaluando comunes
cosas de ambición culmen
en el pico de los quehaceres.
Se da a los demás
desprestigiando su figura
porque siempre su muda
regala además.
No busca prestigio
ni reconocimiento en litigio
porque su voluntad
está en el umbral.
Siempre escondido
entre picapleitos,
adorado por Ambrosio
en un entre reinos.
Solo quiere un mínimo,
que su opinión se sume
y que luego se reúna
en fusión de ritmo.
Pocos de ellos
quedan ya
por ver verso
más allá.