La culpa es un sentimiento, por catalogarlo, influenciado por los errores de cuyos matices se nutre, creciendo por la rabia hacia algo personal y extendiéndose hacia la frustración y la esperanza.
La culpa, si bien puede ser una herramienta que, mediante las emociones y sentimientos que induce, sea servil a la auto-mejora y al perfeccionamiento del yo, a veces puede ser utilizado por ajenos para forzar de manera indirecta y canalizar sus miedos, temores y posibles infortunios de su persona para adoctrinar a otro ajeno que sea partícipe de cumplir sus designios.
Esto, no es nada extraño, la educación, en escuelas o paternofilial, es un rasgo bastante común el uso de la culpa del que debe aprender para inducirlo a cumplir con lo que se requiere por el ''maestro'', ya que así está marcado en nuestras mentes debido al influjo de la moral cristiana donde el devoto debía expiarse de sus pecados a través de la culpa mediante una figura de mediador con el maestro (Dios) y su discípulo.
El uso de la culpa en ajenos para darle un mal uso utilizando la dinámica citada en el párrafo anterior, puede ser un arma de doble filo, pues no tiene por qué inducir al miedo al fracaso (o al fuego eterno de los infiernos) algo que, siendo críticos, sea los miedos y devociones de un ajeno que no tiene consciencia de los motivos de las acciones que juzga y menosprecia.
Añadir que, el ajeno que utiliza de dichos mecanismos, basa los fundamentos de su crítica en lo estipulado según sus codíces de leyes y deberes internos, y que para nada son universales. Aún así, el ajeno que busca imponer sus voluntades, utiliza la depreciación del que le presta la culpa para así canalizar sus miedos e incertidumbre, y mediante la culpa, la imposición de su palabra, deshumanizar al otro de manera que, si al que se le quiere imponer no consta de valores humanos y de humanidad, no tiene derecho al libre albedrío y en caso de refutar los impulsos, ser un pária.
Aquí se presta que el que impone (o intenta imponer) quien deshumaniza la voluntad y la individualidad del ajeno utiliza los argumentos de ''empatizar'' que él mismo no cumple con el ajeno, para reforzar la tesis de la impostura, radicalizando su punto de vista a través de los silencios del otro, y las conductas que puedan resultar en una imagen de debilidad.
En esto me refiero, que cuando alguien utiliza la culpa, igual hace falta un poco de razonamiento crítico y objetividad para ver si de verdad hay razón detrás de su uso, es simplemente una opinión que se quiere imponer o directamente es un intento de manipular para cumplir potestades ajenas.
En todo caso, hay que estar al tanto de la propia individualidad y el razonamiento crítico de lo observado, pues en todo momento habrá múltiples intentos de utilizar nuestra conciencia, nuestros valores y nuestras emociones/sentimientos en nuestra contra para hacer cosas que no queremos hacer ni hay intención de hacer. Si bien somos parte de una sociedad, siempre antes que sociedad somos individuo.