La definición sería el ''no cambio'' transcrita como anhelo por tiempos pasados, presentes. Esto se debe a los sentimientos que nos entrecierran y manejan nuestra percepción del espacio-tiempo juntamente con las emociones enquistadas que se nos quedan con el paso de nuestra existencia y sus momentos emocionales lúcidos y no tan lúcidos pero memorables.
Emociones enquistadas: Sentimientos que en un momento puntual de nuestras vidas marcaron nuestro rol en una situación o varias ocasiones parecidas. Entonces se da por hecho que cada persona actua respecto a un sentimiento que tubo en un momento puntual de su vida consciente o inconsicentemente, se almacenó en su subconsciente y a partir de entonces cuando se repiten instancias del momento que sucedió el acto es posible que se repitan las emociones.
La racionalidad sería la visión lógica de la realidad, sin sentimientos irracionales ni actos no fundamentados, todo tiene un porqué, y ese porqué traducido como causa-efecto-repercusiones es el que trata de categorizar con reglas aparentemente que se repiten cómo si fuera verídicas, con el fin de poder preveer todo acontecimiento solo sabiendo dichas causas o motivos primeros que incitaron el cambio. Desgraciadamente el cambio es algo que no se puede alterar, simplemente ocurre, uno no puede quedarse con el recuerdo simplemente y vivir dedicado a él debido a que por mucho que dicho nos generara una emoción agradable o no tanto, aferrarnos nos hace actuar respecto ella.
Hay tanto sentimiento de anhelo como de repulsión a la estabilidad, por eso nos centramos en los sentimientos y emociones generados puestos que desvalorizamos las instancias del entorno que las caracterizan, por mucho que son lo último que nos venga a la cabeza con dicho recuerdo por motivo de preferencia por el sentimiento, aunque cuando desvaloricemos el sentimiento lo primero que recordamos sea las instancias del entorno con el sentimiento que nos provocó el momento que se generaron, sean copiados de estándares socioculturales o creaciones propias, el orden depende de la persona.
Es mera doxa