Cuando das demasiado, más de lo esperado durante un largo tiempo, puede ocurrir que esto se normalice y, consecuentemente, ya no se pida, si no que se exija. Esto intoxicaría la relación pues lo dado es mucho más que lo recibido y puede suponer un muy mal hábito para el día a día. Puede que si llegas esto avanzara mucho más así, llegaría un punto de exigencia en el cuál se te relevaría las tareas del otro para que se las hicieses tu mismo, no como favor más como demanda. Me parece que esta tendencia es extremadamente tóxica y puede suponer para el que da un malestar mental que podría derivar a ansiedad o depresión entre otros y, no querríamos llegar a esto, ¿no?
Imagino que hay que poner fin a estas malas relaciones de alguna que otra manera o poner límites estrictos los cuales no se podría traspasar pues, la víctima de estas situaciones, es absorbida en esencia vital.