Cantando se me pasa
la agonía que desata
rimas mústias, inexactas,
perfectas para ratas.
Las ratas de laboratorio
siguen un grimorio
para salir del laberinto
en el que siempre se es vivo.
Todo son constructos,
por aquitectos conductos,
para el sujeto aleatorios,
no por quien lo ha vivido.
Nos dicen que sigamos
caminos de signos y símbolos
traducidos a arquetipos
que ni tan solo nos fijamos.
Todo es por las pruebas
que hacen con nosotros,
dar rienda a las ruedas
pagadas por los otros.
Alguno tal vez deducirá
la realidad verídica
que tanto se clasifica
por lo que se podría contar.
No interesa que pensemos,
no más de lo normal,
temen que no recemos
por objetivos lograr.
Interesa que una ilusión
vivamos sin visión
por ser una tela
que nos ciega sin noción.
Crea, construye,
vive, intuye,
sé libre
y sirve
a quien merece
y resplandece
sin objetos
ni dinero.