Cataclismo cada vez
que pienso en todo
por no recordar nada
de que soy
ni que ser.
Abstraerse en obvio
súbito análisis,
preciso y revelante,
cantar de la índole
del poco conformarse.
Todo crece
otro decrece,
polarización candente
del despertar de occidente.
No me gustaría
derechos perder
por mi forma de pensar
en mi propia utopía.
Sería extraño
no respetar
lo que se cuece
en mi propio pensar.
No soy único
los ideales son compartidos
pero por pocos vividos
por causas formadas.
En estigmas y tabúes
así trivializados
por no querer
que así existan
y negarles el derecho
de vivir como los demás.
Nunca diré
que una idea
es mejor que otra
pero en mi cabeza
apruebo unas
y deshecho otras.
Todo por una igualdad
que creo con firmeza
que debe ser real,
privilegios para todos
mientras cumplan
los sanos cometidos.
Me exacerba e irrita
que no se deje contraponer
utopías de derecha o izquierda
sin juzgar y yuxtaponer.
Se debe hacer debate
promulgar las coincidencias
de los asuntos morales
sin cerrarnos en creencias
que hermetizan la mente,
que entorpecen el instante
aunque se creen fluyentes.
Seré yo,
que estoy loco
en cierta medida
por no entender
lo que se diga.
Para mí
si se es opaco
es difícil llegar
a un digno trato.