Críticas I
Si todos fuéramos buenos
no necesitaríamos control
porque seríamos dueños
de nuestra propia razón.
No requeriríamos de nada
que nos gobierne,
que nos legisle,
pues por lo visto
ya sabríamos
que habría mañana.
Sin monedas,
solo favores,
trabajos, oficios
donde aprendas
para ser ejemplar.
Gremios de faenas
distribuidos
por mar y tierra.