LXXXIII
Pedir permiso para todo
lo veo como extraño.
No porque no me apañe
si no por quien sabe
y de ello se escabulle.
Todo es necesario,
desde la mental intuición
hasta los sueños
como escenario.
Sólo debes ver
todo lo lógico analógico,
esencia de patrones numéricos.
Pues quien entiende de la vida
no te dirá que sabe
si no te enseñará claves
para ver la propia esencia.
Entonces tu le juzgarás
si te parece válido
lo valorarás,
pero sólo es opinión,
esencia del corazón.
Pensamientos VI
LXXXIV
Alguien deja legado
en su vida por su estado
de estancias en actos,
versiones de lo ipsofacto.
No sé si reírme o admirarlo
pero sé que todo se transmite
desde el patrón sutil
hasta el estado anímico.
La mayoría de las cosas
son esencialmente copiadas
que por ser admiradas
no tocaron fondo.
Yo intento admirar lo profundo,
lo arraigado en tierra firme
que sin temor me hace sentirme
vivo en éste mundo.
Y cuanto más vayas bajando
más calidez irás logrando
y más presión en tu cuerpo
que sin ser para ti predilecto
te hará subir a la superficie.
Y en esa inmundície
de ser superficial como se dice
muchos se perdieron
y de todo se abstuvieron
Sólo por pereza a pensar demasiado
en éstas tierras silvanas,
vírgenes pero en llamas
por quien no las respeta
y echa allí las ascuas.
Sólo quiero que todo tenga sentido
desde el azar hasta lo inquirido,
divagar por el mundo
enseñando todo lo crudo
para así que se pueda cocinar,
indagar hasta delirar.
Pensamientos VII
LXXXV
Para que pensar,
si todo el mundo lo odia.
Pues toda conjuración del azar
tiene cierta casualidad.
Y en ella nos basamos,
lo que yo llamo
patrones canónicos o
expresiones sacras.
Son sagradas por un motivo
que por tradición se ha seguido.
Que por acción son útiles,
simplemente a nuestros acordes afines.
Usándolas rimaremos,
vibraremos por días,
hasta que algo nos haga
cambiar la melodía.
Sólo somos ritmo
que atrae y rebota
porque de polvo toda mota
no es mas que representación en mente.
Sólo seré consciente
si en con todo me conecto,
si entiendo y veo
lo que ni soy predilecto.
Sólo querer ver cosas,
figuras azarosas,
culturas rimadas
por personas en sí amadas.