El miedo o temor se trata de una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, lo que incluye al ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror, además, este está estrechamente relacionado con la ansiedad.
El miedo en esencia se trata de un mecanismo de defensa de nuestra intuición en base a nuestra manera de percibir el entorno que nos rodea. A veces es irracional, por fenómenos del tipo paranoide, pero en su mayoría de ejemplos podríamos enlazarlo con unas evidencias racionales, las reglas de la evidencia en base a nuestra astuta lógica.
Normalmente se tiene miedo a unos patrones o características que se nos revelan en el entorno, que amenazan nuestra persona en sí y al yo en potencia. Esta situación nos provoca un desamor mental, un inconformismo de nuestro yo en potencia y nuestro yo presente que mediante una perspectiva idealista. Este ideal puede hacer desaparecer la parte real de nuestra realidad meramente práctica, el corpus realis.
El miedo no deja de ser parte de nuestro mecanismo natural intuitivo de defensa, y al ser una emoción es algo pasajero, pero aunque sea pasajero es algo que se va a repetir, estoy prácticamente seguro. Por ello lo más adaptativo sería buscarle una solución práctica en base al perfeccionamiento del yo respecto al arquetipo de nuestro yo perfecto (el superyo). Lo podríamos hacer mediante una introspección exhaustiva, analizando las posibilidades, buscando las posibles soluciones, y así cuando se repitan dichos patrones de miedo tener una o más soluciones de antemano para solventar el caso particular. Eso nos haría jugar con ventaja y poder aprovechar dicha ventaja hasta la última gota de su jugo. Obviamente hay casos en los que esta lógica no es aplicable debido a que el miedo se adhiere a factores que son realmente incontrolables de cairo externo. Yo en mi caso, buscaría la observación para así juzgar el hostil entorno donde nos encontramos y buscar una oportunidad donde mi experiencia me diga si es viable o no, eso sí, a preferir evitar posibles daños colaterales. Así que ya sabes que el miedo en sí se trata de una emoción normalmente irracional aparentemente, pero que en el fondo esconde mucha verdad, pero que puede ser utilizada en nuestra mejoría, no dudes, aprovéchala para perfeccionar tu yo en el día a día.