Reglas de la evidencia: Se trata de las características de una situación concreta que nos hacen visualizar (intuir) unas posibilidades, las cuales sen muy probables (a nuestra perspectiva) que vayan a suceder. Para descubrirlos utilizamos de la experiencia en base a las situaciones donde hayan sucedido cosas similares, y las asociamos a nuestro canon de perspectiva.
Para formar la tradición damos uso a la experiencia en base a patrones que se nos han repetido en las distintas situaciones de nuestra vida. También justificamos nuestras tradiciones o rutinas en base a los consejos de otras personas (superiores a nosotros en esa área concreta de interés), que normalmente tienen más experiencia en ese campo mediante la prueba y error, y como gesto de generosidad, atienden a ofrecernos una perspectiva más avanzada intelectualmente (a su parecer), para así ahorrarnos tiempo y esfuerzo en vano antes de llegar al punto que ellos ya han contemplado y adquirido como experiencia.
La tradición normalmente se forma por experiencia o por las figuras consejeras maestras, como ya he mencionado anteriormente, las cuales nos ayudan a formar nuestros patrones conductuales enseñándonos el valor de las circunstancias y la decente interacción con ellas en base a nuestro propio bien particular y los deseos de como queremos aplicarlo. Éstas figuras y experiencias son indudablemente importantísimas en nuestro desarrollo personal del día a día, pues son las figuras que nos demuestran que es o que puede ser estable, y esto nos sirve en nuestra adaptación al medio en el que vivimos para jugar nuestras cartas en el juego de la perdurancia de nuestro yo como valores en el horizonte de la eternidad.