Nota: Hago éste artículo tanto por los acontecimientos ocurridos en España hace pocas horas verso a la corruptela que hay en el país y como en menor escala también ocurre.
En el trabajo, puede que haya quien trabaje, quien no mucho y quien se escaquee a la mínima. Ocurre a veces que, por experiencia personal, no se valore lo que una persona aporte a una empresa para ascender si no más bien ganará más quien revele cierta imagen a su superior en potestad de ascenderlo. Suele pasar que es bastante más posible que una persona con carisma y con la capacidad del don de la palabra ascienda antes que alguien quien realmente sabe hacer muchas más cosas y más eficientemente que él anterior ejemplo citado. A mi ver, la capacidad de manipulación y los amiguismos son fundamentales para ganar lo que se llama influencia y, con esto, es mucho más fácil ascender que no por méritos propios.
En la política es fácilmente apreciable, con chanchullos de políticos a personas conocidas, malversación de fondos estatales y aprobación de ascenso de unos pocos afines a los intereses del partido. En casos mucho más pequeños también se ve. El que se lleva bien con el que está arriba siempre será más afín a un aumento de sueldo o a favores de la persona en cuestión solo por motivos como ser familiar del superior, conocido cercano o simplemente por llevarte excelentemente con el superior.
Aquí yo me pregunto, ¿A caso lo que se valora no es más que el valor que puede tener la persona en ti más que lo que aportas a la empresa o entidad en la que trabajes?
Pues parece que la influencia está por delante de la aportación que procedes, tristemente. Sinceramente no me gusta pues suele ocurrir que una persona que cobre más que otra se sienta moralmente superior por el simple hecho de una cifra más grande. En mi experiencia personal eso es malo porque sucede que a pesar que alguien que esté en un puesto inferior en la pirámide y aporte mucho más que quien está por encima pase que la remuneración no será apreciada, sea con agradecimientos o monetariamente. Me pregunto: ¿La sociedad adjudica las mejores posiciones a dedo?
Y a partir de ahí, cuando abajo de la pirámide estés, ocurrirá que aunque trabajes mucho y te esfuerces lo que no está escrito, el que te está explotando en su beneficio te pedirá más y más muy posiblemente sin ofrecerte nada a cambio más que tu desgaste, tanto físico como mental. Entonces, ¿vale la pena esforzarte y dar demasiado de ti a quien no lo aprecie? Pues creo que no, si no lo aprecia cuando lo tiene que lo eche en falta cuando le falte a ver si se aprende a valorar a quien realmente suma y no a quien resta.