A mi parecer hacer el bien es un sobreesfuerzo pues se consta en no hacer el mal, que se trata del camino fácil, sencillo y normalmente más practico en verso a los deseos meramente mundanos. El bien por otra parte se trataría de analizar la situación en verso al bien común (algo que hemos analizado durante toda nuestra vida) y mediante el esfuerzo y sacrificio del ego mundano crear un camino que no sea meramente material, que se base en un camino entre el espíritu noble y la conducta adecuada. Sé que suena muy idílico, pero el mundo sería mejor si la gente se comportara así, y tengo fe que mediante el tiempo podremos juzgar y racionalizar aquello que suena burdo a los ojos de la palabra de dios. Para ello primero deberíamos aprender a juzgar y racionalizar (darle un motivo, y una solución) a nuestros complejos mundanos para así verles un porqué y entender de que poder de actuación estamos hablando cuando pensamos en el yo particular, realizar un autoconocimiento profundo, buscar las raíces y entenderlas, para luego con el tiempo llegar a entender los motivos que nos conciernen a todos, pues una persona y sus motivos forman parte de un inconsciente colectivo, también compartido por los mismos entes animados, y así ser capaz de entender el bien colectivo, aquel que no se fija meramente en tu persona.
El bien es un esfuerzo que no es apto para mentes débiles sin voluntad, pues requiere de mucha de ésta última. Pero aunque el bien no sea el camino para la humanidad sino el de la adaptación al medio mediante la adaptación de éste, siempre tendré fe en que el mensaje último de dios está en el bien común, y en aprender la contraposición del bien y el mal, para así entender de nuestro camino, un camino lleno de surcos del azar, arduos y fatigosos, pero no perder la esperanza en que algún día todo esto, este camino, sera hecho de tierra y hierba, y no de asfalto desvivificante.