Llamo a versos desconcordados,
metáforas,
los más amados.
Pues a mi parecer,
tal vez en ellas
os habréis fijado alguna vez.
Traen sabiduría y fe,
ideas,
magia de enloquecer.
Para adentraros en ellas,
a sus atributos
debes comparecer.
Caer en sus hazañas,
rimas del ayer,
transformadas en paisajes,
alquimia en toda su ley.
Es de buen gusto predicarlas
pues sus acciones podeis
algún día lograrlas.
Pues el mal acecha
y hace la senda
un poco mas estrecha.
Quitanos miedos,
pon confianza.
Calma tu ira
y tráenos esperanza.
Pues el pan de ayer
duro es,
pero comestible
a mi parecer.
No te ciegues del todo.
Si una rima no has logrado
continua por el camino indicado.
Haz caso de los sabios,
no del cáncer de los caídos.
Siendo simple y sincero,
ellos estuvieron arrepentidos.
Guarda tu coraje
y tu valía
para afrontar con dura respuesta
la opción mas sabia.
Crear, no destruir.
Liberar, no oprimir.
Más que en los cuentos,
toda verdad sale al fin.
Tiempo al tiempo.
XLVI
Redonda,
perfecta.
Infinitos angulos
en línea recta
y infinitas acciones
que proyecta.
Líder del azar,
pecados mundanos
de la vanidad.
Oh, tu redonda esférica
liberanos de tu orden,
tenaz, de infinitas opciones.
Oh, capitana del andén.
Qué sería de tí
y de tu legislatura
si hubiera un mundo de paz
sin muerte prematura,
Todo sería rutina,
una vil locura.
XLVI
Dame poder,
sacia mi sed.
Calma mis tentaciones
y dame deber.
Dime quien eres
y te diré quien soy,
oh, cantante de los andares
tu día es hoy.
Busca en la inmensura
esa salvaje locura
que cercas sin pausa,
esa dulce causa
y crea tu deber,
no te untes en los vicios
y sacia tu sed.